LecturAma (V)

 

 

CELEBRACIÓN DE LA FANTASÍA

 

Desde unas páginas volanderas, cuenta el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano esta historia que deseo compartir

desde mi Blog

por parecerme tan conmovedora como las palabras que pronunció estos días en la ONU Malala Yausafzai: “Un niño, un profesor, un

lápiz y un libro pueden cambiar el mundo”.

 

“Fue a la entrada del pueblo de Ollantaytambo, cerca del Cuzco. Yo me había despedido de un grupo de turistas y estaba solo, mirando de lejos las ruinas de piedra, cuando un niño del lugar, enclenque, harapiento, se acercó a pedirme que le regalara un lapicero. No podía darle el lapicero que tenía, porque lo estaba usando en no sé qué aburridas anotaciones pero le ofrecí dibujarle un cerdito en la mano.

Súbitamente, se corrió la voz. De buenas a primeras me encontré rodeado de un enjambre de niños que exigían, a grito pelado, que yo les dibujara bichos en sus manitas cuarteadas de mugre y frío, pieles de cuero quemado. Había quien quería un cóndor y quién una serpiente, otros preferían loritos o lechuzas y no faltaban los que pedían un fantasma o un dragón.Y entonces, en medio de aquel alboroto, un desamparadito que no alzaba más de un metro del suelo me mostró un reloj dibujado con tinta negra en su muñeca:

    -Me lo mandó un tío mío, que vive en Lima -dijo.

    -¿Y anda bien? –le pregunté.

   -Atrasa un poco –reconoció.”

 

Comparte esto: