CON MIRLOS Y VENCEJOS
Caída de la tarde
para un Mirlo-Blanco
Este canto, que anoche
amanecía en calles
con rocío de lluvia
sobre grietas de asfalto,
no cesa de trinar en la tormenta.
El mundo alberga puentes que se hunden,
tinieblas que resecan la caída
de los párpados, piel con polvo y barro
sin aromas de azúcar.
En tu blancura palpa el horizonte,
entre el miedo que arrastran
las aguas torrenciales del vivir,
dátiles cetrerías en la tarde
con mirlos y vencejos.
(Del poemario El Túnel y los Días)