LA LLUVIA
Se anota la tristeza en el dietario:
-LLueve
sobre la acera de mi nombre-.
Por su grieta, las sílabas se llenan
de moho
y el dolor
incinera calando la palabra.
((((El semáforo rojo, cruza en ámbar,
empápate del día.))))
Qué ingenuo es el lenguaje
cuando posa su vuelo en el asfalto.
Siempre olvida el reloj,
las llaves,
la tormenta… y el paraguas
plegable de esperanza.
Del poemario "El Túnel y los Días"